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Los estilos de Apego

En la entrada anterior se explicó porque es tan importante ese vínculo que se establece entre adultos y niños. Vínculo que, como vimos, es de importancia vital para la supervivencia de los humanos. En este caso vamos a seguir hablando del Apego, pero, si aún no has leído el post anterior, es recomendable que le eches un vistazo antes de seguir con este.

Las funciones del apego

Además de la ya explicada supervivencia, el apego está implicado en la constitución de muchas de las características personales. No diré que en todas, porque eso sería poco científico. Voy a enumerar algunas de ellas; la forma que tenemos de relacionarnos con los demás, la forma en la que expresamos nuestras emociones, la forma en la que toleramos las emociones de otros, nuestros patrones de autocuidado, de limpieza… Es decir, de todas las características personales.

Esto, por otro lado, tiene todo el sentido. Si el cerebro de los infantes está en proceso de aprendizaje y maduración, implica que en esta etapa somos más permeables al medio. Ahora veremos los tipos de apego, pero antes me gustaría remarcar que todos ellos son adaptativos. Es decir, los estilos de apego no son malos de por si. Los niños aprenden una forma de funcionamiento que, en el medio de ese niñ@ concreto, es muy útil. El problema es cuando al crecer, esas forma de funcionamiento no son eficaces y nos crean más problemas de los que nos solucionan.

Los estilos de apego

Por lo dicho hasta ahora, van a ser una respuesta y una consecuencia de como se comporta el medio que, en este caso, son los cuidadores. (1) Si los padres dejan de lado sus reacciones y sintonizan con las emociones del niño y se esfuerzan por satisfacerlas, el niño aprenderá acerca de sus propios estados emocionales y sobre como regularlos. (2) Si la figura de apego siente incomodidad ante las manifestaciones emocionales, el niño entenderá que estas no son importantes y que es mejor no expresarlas. (3) Si la madre/padre es inconstante, los niños manifestarán emociones extremas para asegurarse la atención.

En las líneas anteriores hemos resumido los principales tipos de apego; seguro (1). Los que vienen a continuación se consideran formas de apego inseguro; evitativo (2), ansioso(3).  Queda uno por explicar, el desorganizado, pero eso lo dejamos para otro post.

La situación extraña

Desde muy pequeños las dinámicas que se establecen entre cuidador y cuidado nos indican el tipo de apego que está ocurriendo en la relación. Hay un método de evaluación llamado “La situación extraña”, de Mary Ainsworth (Ver video).

A modo de resumen, la siguiente tabla nos da información sobre las principales formas actuar de los niños y los padres, así como las formas de regular las emociones que tendrán estos niños.

Conducta del niñoRespuesta de los padresRegulación emocional de adultos
SeguroExplora el entorno con confianza, busca consuelo en los padres cuando está angustiado, se calma fácilmente tras la separación.Sensibles, disponibles y atentos a las necesidades emocionales del niño.Regulación emocional efectiva, manejo adecuado del estrés, confianza en los demás.
Ansioso-AmvibalenteMuestra ansiedad ante la separación, difícil de calmar al reunirse con los padres, busca proximidad pero también muestra enojo.Inconsistentes en su respuesta, a veces atentos y otras indiferentes.Dificultad para calmarse, emociones intensas y fluctuantes, dependencia emocional.
Evitativo-HuidizoExplora el entorno sin buscar apoyo en los padres, evita el contacto tras la separación, muestra indiferencia.Distantes, poco disponibles o rechazantes ante las necesidades del niño.Supresión emocional, evita mostrar vulnerabilidad, autonomía excesiva.

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